En caso de que alguna vez hayas escuchado a alguien hablar sobre el ciclo motivacional, quizá quieras saber de qué se trata este, cuál es su importancia y otros detalles al respecto. Para obtener esta información y conocer cuáles son las etapas del ciclo motivacional, puedes continuar leyendo este artículo.
¿Qué es el ciclo motivacional?
El ciclo motivacional trata de explicar cómo el ser humano puede sentirse motivado a alcanzar u obtener algo. Por lo tanto, este ciclo es aquél por el que pasa una persona cada vez que surge una necesidad u objetivo. Esto se desencadena por un estímulo, lo que hará que la persona sienta necesidad de llegar hasta ese objetivo.
El ciclo continuaría cuando el individuo comienza a actuar para alcanzar su objetivo y cubrir esa necesidad. No obstante, el ciclo puede verse interrumpido cuando no es posible satisfacer esta. Si esto sucede, puede generar una serie de reacciones negativas.
Importancia del ciclo motivacional
El ciclo motivacional es de gran importancia para comprender por qué el ser humano, a pesar de alcanzar varias metas y cumplir objetivos, siempre desea algo más. Esto le permite sentir la motivación para continuar avanzando en su vida, ya sea de forma social, laboral, económica, entre otras.
Fases del ciclo motivacional
Este ciclo se compone de seis etapas o fases. Al ser un ciclo, una vez llegue a la sexta o última etapa, iniciará el proceso nuevamente. A continuación se explican cada una de las fases del ciclo motivacional.
Homeostasis
En la primera etapa, la persona se siente bien y se encuentra en un estado de completo equilibrio. En esta etapa el individuo está satisfecho con su entorno, por lo cual no hay ninguna necesidad o motivación para cambiarlo.
Estímulo
La siguiente etapa es el estímulo, el cual puede ser interno o externo. Un estímulo interno es aquél que genera la misma persona por medio de sus pensamientos. El externo es aquél que se presenta en el entorno. El estímulo es el que da paso a la siguiente etapa, pues es el que genera una necesidad.
Necesidad
A causa del estímulo, la persona sentirá que tiene una nueva necesidad, la que por supuesto, querrá satisfacer. Esta necesidad puede estar enfocada en el ámbito económico (necesidad de un mejor trabajo, una mejor remuneración…), social (necesidad de conocer nuevas personas, de relacionarse con personas afines…), material (necesidad de un nuevo móvil, de un carro, un nuevo ordenador…), entre otros.
Estado de tensión
Al existir una necesidad, se rompe el equilibrio que reinaba al inicio del ciclo. Ya la persona no se siente bien sino que entra en estado de tensión. El individuo siente que algo falta en su vida y desea cumplir su objetivo para sentirse satisfecho. Y es aquí donde se pasa a la siguiente etapa.
Comportamiento
Ahora, para aliviar esa tensión, la persona pasa a la acción para intentar satisfacer esa necesidad. En caso de que su comportamiento y sus acciones no rindan frutos, se rompe el ciclo, generando una reacción negativa. Al no poder satisfacer esa necesidad, el individuo puede sentir ansiedad, frustración, puede comportarse de manera agresiva, apática o desinteresada.
En algunas ocasiones, la persona puede optar por cambiar de objetivo, lo que se denomina compensación. En caso de que se logra cumplir con el objetivo, se pasa a la siguiente fase.
Satisfacción
Esta es la última fase del ciclo motivacional, la fase de satisfacción. Cuando se alcanza el objetivo planteado y se cubre esa necesidad existente, el individuo se siente satisfecho. Esto afecta directamente en su estado de ánimo de forma positiva.
Al satisfacer esa necesidad y pasada la sensación de satisfacción, se retorna a la etapa de equilibrio o la etapa de homeostasis. Aquí se mantiene el ciclo hasta que vuelva a presentarse un nuevo estímulo y consecuentemente genere una nueva necesidad, iniciando así el ciclo nuevamente.