El ciclo de la violencia en las relaciones de noviazgo, familiar o intrafamiliar lamentablemente está presente en nuestra sociedad. La mejor forma de combatirlo es conocer qué es y cómo funcionan sus etapas, razón por la que hemos elaborado esta entrada.
¿Qué es el ciclo de la violencia?
Este ciclo es el conjunto de etapas o fases por las que atraviesan el agresor y la víctima en diversos tipos de relaciones. Además, a través de él es posible entender la dinámica existente entre ambos.
Las formas de violencia más comunes son la doméstica (ciclo de la violencia familiar o intrafamiliar) y las de relaciones de pareja (ciclo de violencia en el noviazgo). La misma puede manifestarse de diferentes maneras, como la física, sexual, emocional, psicológica y económica.
El ciclo suele existir y mantenerse debido a la dependencia emocional, miedo y falta de autoestima por parte de la víctima. Se trata de un vínculo que puede ser complicado de romper tanto para esta última, como para el agresor.
Cabe destacar que este incluye tanto a hombres como a mujeres, aunque lo común es que la agresión provenga del género masculino. De igual forma, en este círculo de violencia las víctimas pueden ser niños, adolescentes, adultos y ancianos; incluso varios de ellos pueden ser afectados por el mismo agresor, como por ejemplo un padre que golpea a su esposa e hijos.
No obstante, en la mayoría de casos este tema se refiere al ciclo de la violencia de género, donde las mujeres son abusadas por hombres. Por ese motivo, las etapas mostradas a continuación harán referencia al mismo.
Etapas y fases del ciclo de la violencia
Antes de iniciar el ciclo, la relación de pareja suele ser bastante normal y pacífica, aunque en muchos casos se suelen observar comportamientos o actitudes en el agresor que pueden arrojar sospechas. A pesar de ello, la mayoría de mujeres lo dejan pasar.
Entre las fases del ciclo encontramos las siguientes: acumulación de tensión, agresión y calma. Cada una de ellas posee sus propia características y períodos de tiempo que las definen, las cuales explicaremos detalladamente.
Fase de Acumulación de tensión
La etapa de tensión se caracteriza principalmente por el incremento en la tensión de la pareja a raíz de un mayor número de conflictos de diversa índole. Existe aumento de ansiedad y estrés por parte de la víctima, ya que el agresor aumenta las demandas emociones, físicas y mentales.
Al inicio el agresor suele demostrar violencia en forma verbal, traduciéndose en maltrato psicológico a la pareja que busca desestabilizarla. Entre ellos encontramos críticas sobre la vestimenta o círculo social, aparición de celos obsesivos y controlar la conducta y tiempo de la víctima.
Luego aparecen agresiones físicas leves, que suelen estar orientadas hacia objetos, como golpear pertas o tirar objetos.
Entre otras características de este período se hallan las siguientes:
- Los agresores se excusan diciendo que la pareja los ha provocado.
- El abusador intentará alejar a la pareja de sus familiares y amigos.
- La víctima, inconsciente de la situación, busca complacer o calmar a la pareja para evitar los episodios de agresión. También intenta negar o minimizar el problema justificando la conducta del agresor.
La duración de esta fase dependerá de cada relación, pudiendo durar días, semanas, meses o años antes de pasar a la siguiente etapa.
Etapa de Agresión en el ciclo de la violencia
La fase de agresión, explosión o “de golpe” es aquella donde el agresor realiza la descarga de la tensión obtenida en el período anterior; caracterizándose por conductas violentas de mayor intensidad.
En otras palabras, es el período en el que el agresor golpea o abusa sexualmente de la víctima. Aunque es el período más corto, también es el más fuerte psicológicamente hablando.
En muchas ocasiones las mujeres no toman represalias, ya que le ceden todo el control al abusador; mientras ellas permanecen en un estado de indefensión. Sin embargo, el temor y ansiedad pueden lograr que busque ayuda en la familia, amigos o cuerpos de seguridad.
A pesar de todo el episodio, algunas victimas (por no decir casi todas) creen que la pareja puede cambiar y se atribuyen la culpa a ellas mismas.
Si la policía se involucra en la situación, el agresor muestra calma y relación debido a que ya ha descargado su tensión; mientras que la pareja está en un estado de histeria y confusión.
Fase de Calma o Luna de miel del ciclo de la violencia
El ciclo de la violencia entra a su última etapa cuando el agresor decide arrepentirse por sus acciones. También empieza a comportarse de manera amable e intenta compensar el episodio vivido, dando a demostrar que sigue siendo la persona que era al inicio de la relación o que al menos puede controlarse.
La víctima cree en sus palabras y lo perdona, ya que tiene la esperanza de que cambiará al ver su buen comportamiento. Además, en caso de haber hecho una denuncia, la retira, y si advirtió a su círculo social les dice que “no es para tanto”, que lo aman y que se necesitan mutuamente.
Es posible que el agresor intente utilizar los amigos y familiares para lograr convencer a la víctima de seguir con él. También puede hacerle creer que el necesita apoyo y ayuda profesional para superar su problema; aunque esto último es cierto, los agresores no suelen ir a terapia en la inmensa mayoría de casos (por no decir todos).
También hay agresores que logran convencer a sus víctimas de que el episodio violento ha sido provocado por ellas. En ese escenario, la pareja doblegada hará todo lo posible para no volver a provocar al agresor, creyendo que así se detendrá el ciclo.
A partir de aquí, si la víctima no decide romper, se reiniciará el ciclo nuevamente. Incluso es común que se repita en menor tiempo y con mayor intensidad respecto a los abusos.