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Ciclo lítico y lisogenico

Los virus tienen dos formas de replicarse, estas son el ciclo lítico y el ciclo lisogénico. El principal de estos dos sistemas de replicación es el ciclo lítico. Si deseas conocer con mayor profundidad en qué consiste el ciclo lítico y lisogénico, a continuación podrás hacerlo.

¿Qué es el ciclo lítico y lisogénico?

Estos sistemas de replicación permiten que el virus pueda crear copias de sí mismo de dos formas distintas, pudiendo o no, terminar con la célula que infecta. Veamos entonces qué son estos ciclos y cuáles son sus fases.

Ciclo lítico

El ciclo lítico se denomina de este modo porque el virus termina produciendo la ruptura de la célula infectada, la cual, como consecuencia, muere al instante. El virus produce esta ruptura para liberar las réplicas creadas dentro de la célula y así infectar nuevas células. Y así comienza el ciclo nuevamente.

Fases del ciclo lítico

El ciclo lítico consta de cinco fases. La primera de ellas es la fase de adsorción o fijación. Una vez que el virus halla una célula ideal para unirse a ella de forma estable, inicia la fase de fijación. Los virus tienen la capacidad de reconocer complejos moleculares que se encuentran en las membranas celulares. Estos pueden ser de tipo proteico, glucoproteico y/o liporoteico.

Después de la primera fase, el virus procede a la fase de penetración o inyección. Aquí es cuando el virus perfora la pared bacteriana e inyecta su ácido nucleico viral. Estos procesos o ciclos se dan en virus bacteriófagos. Cuando el virus bacteriófago se une a una célula, inyecta su ADN.

La tercera fase se denomina fase de eclipse. En dicha fase, el material genético alojado en el interior de la célula comienza a aprovechar la actividad de esta. Así, el virus puede producir y sintetizar todo lo necesario para su propia supervivencia, apropiándose por completo de la célula. Además, durante esta fase, el virus también se prepara para destruir la célula.

Posteriormente, sigue la fase de ensamblaje, en donde todo el material genético del virus se ensambla en la cápside vírica. Cuando esto sucede, ya se ha replicado el virus y hay varias copias de este en el interior de la célula. Asimismo, durante esta fase, las enzimas producidas por el virus para deteriorar a la célula ya han hecho su trabajo.

Y es entonces cuando llega la quinta y última fase, la de lisis o ruptura. La célula se rompe debido al debilitamiento que sufrió por las enzimas que produjo el virus y porque colapsa al estar llena de estas partículas víricas. En la siguiente imagen se puede ver el ciclo y cada una de sus fases.

Ciclo lisogénico

En cuanto al ciclo lisogénico, este se considera como un ciclo suave, pues no es tan destructivo para la célula como el  lítico, el cual termina con la muerte de la célula infectada. No obstante, si se producen cambios en el ambiente, es posible que se produzca una fase de ruptura en la que se da inicio a un ciclo lítico.

Fases del ciclo lisogénico

El ciclo lisogénico cuenta con las mismas dos primeras fases que el ciclo lítico. Por lo tanto, la primera fase es la de fijación, en donde el virus se une con la célula, y la siguiente es la de inyección, en la cual el virus inyecta su ADN en la célula. Posteriormente, en el ciclo lisogénico se da la fase de latencia.

En la mencionada fase, el virus (al que se le llama profago) se aloja en la célula huésped, la cual recibe el nombre de célula lisogénica. La célula continúa con su vida normal y se reproduce. Es posible que en esta etapa, el virus permanezca dentro de la célula, por lo cual no es virulento.

No obstante, como ya se indicó anteriormente, si se presentan cambios en las condiciones externas, es posible que el ciclo lisogénico termine en una fase lítica. Esto quiere decir que la célula sufre una ruptura y se da inicio a un ciclo lítico.

Ahora que conocemos qué es el ciclo lítico y el lisogénico, podemos darnos cuenta de las diferencias que hay entre ellos. Siendo así, el ciclo lítico es mucho más activo y destructivo para las células que el ciclo lisogénico.